Un novedoso estudio relacionado con el sueño realizado por la estadounidense Universidad de Harvard ha establecido una conexión muy interesante entre el sistema inmune y el sueño. De este estudio se extrae que un óptimo descanso por las noches se basa en un proceso profundo relacionado con la psiconeuroinmunología.
Evolución del descubrimiento
Con anterioridad, era sabido que ciertas células que son inmunes pueden facilitar el sueño. No obstante, el citado estudio revela por vez primera el mecanismo que se encuentra subyacente y que se encarga de regular el sueño. El factor considerado vinculante es el inflamasoma, es decir, un conjunto de proteínas cuya formación tiene lugar en determinadas células del sistema inmunológico. Por tanto, entre el sistema nervioso central y el sistema inmune hay mayor conexión de la que se consideraba.
Cuando una inflamasoma se activa produce proteínas que dan lugar a la estimulación de la inflamación. En ratones ha quedado demostrado que el inflamasoma crea una sustancia que es proinflamatoria. Hablamos de la interleucina 1 beta, que actúa como somnífero y es importante para que el la intensidad del sueño sea óptima.
Así, se ha demostrado que el inflamasoma es capaz de contrarrestar el efecto de una privación de sueño que sea considerada como grave, estando los procesos inmunológicos y neurológicos muy relacionados. Aquí entramos plenamente en el campo perteneciente a la PNI clinica.
Si buscamos que una persona descanse bien hay que lograr que tenga una función inmune que sea normal. Por tanto, además de suministrar hierbas que sean tranquilizantes o melatonina hemos de pensar en hongos como la gírgola, maitake y shiitake.
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